¿Qué es la carencia hipotecaria?
Para muchas personas la posibilidad de reducir las mensualidades o incluso suprimirlas durante un determinado tiempo resulta una buena alternativa de cara a poder asumir su hipoteca. El periodo durante el cual es posible pagar solamente los intereses o directamente aplazar las cuotas de la hipoteca es conocido como periodo de carencia hipotecaria.
Qué tipos de carencia hipotecaria hay
La carencia hipotecaria brinda a los consumidores la oportunidad de disminuir la presión económica que sufren de forma temporal. Algunos buscan que su hipoteca cuente con una carencia inicial, otros la solicitan cuando un cambio en su situación personal como perder el empleo lo requiere.
En la actualidad, las entidades bancarias ofrecen al mercado dos modalidades de carencia hipotecaria.
Carencia de hipoteca parcial
La primera opción es solicitar una carencia de hipoteca parcial. La carencia parcial permite un aplazamiento de los pagos sin seguir acumulando más deuda en el futuro. Durante la carencia parcial, los clientes no amortizan capital, únicamente abonan intereses.
De esta forma, el capital a amortizar queda congelado y se mantiene estable durante todo el periodo de carencia parcial. Una vez que concluya el periodo acordado, el cliente volverá a pagar capital e intereses cada mes. Este es el tipo de carencia más popular en los préstamos hipotecarios.
Carencia de hipoteca total
La otra opción que existe es solicitar una carencia de hipoteca total. Aquellos que escojan una carencia total en su hipoteca, dejarán de pagar las mensualidades en su totalidad. Si se firma un año de carencia total, el cliente no pagará intereses ni capital.
La carencia de hipoteca total puede resultar un arma de doble filo. En primer lugar, se dejan de asumir intereses, por lo que la deuda crece en lugar de mantenerse. En segundo lugar, lo más probable es que el plazo de devolución se amplíe lo que implica pagar más intereses de nuevo.
Ventajas y desventajas de la carencia en una hipoteca
A continuación, vamos a hablar de las principales ventajas y desventajas de la carencia hipotecaria.
La principal ventaja de la carencia hipotecaria es que actúa como un salvavidas que ayuda a afrontar periodos difíciles de afrontar desde el punto de vista económico. Un giro inesperado como un gasto no previsto o una pérdida de empleo puede poner en riesgo el pago de las cuotas. Antes que dejar de pagar la hipoteca es mejor solicitar una carencia.
Gracias a la carencia hipotecaria, familias que hubieran fallado en los pagos pueden superar esa mala situación transitoria y volver a pagar sus cuotas con normalidad una vez concluya el periodo.
Sin embargo, la carencia hipotecaria tiene sus cosas malas. En primer lugar, es importante saber que cada banco puede imponer condiciones muy distintas a la hora de conceder una carencia. Cada entidad tiene sus requisitos y no está garantizado conseguir la concesión.
Hay entidades que deciden cobrar un mayor tipo de interés, otros simplemente por la concesión de la carencia y los trámites cobran una comisión por novación. Esta comisión se debe a que en la mayoría de los casos los clientes prefieren ampliar el plazo de amortización antes que pagar cuotas mucho más altas y amortizar el 100% en el tiempo previsto.
En conclusión, es fundamental saber que el coste total de la hipoteca, ya que esta aumenta considerablemente cuando se añade un periodo de carencia, especialmente si se trata de una carencia total.
Qué bancos ofrecen hipotecas con carencia
Los bancos son conscientes de que la posibilidad de solicitar un periodo de carencia es un punto a favor. Puede decantar la balanza y conseguir que un cliente apueste por su entidad. Por ello, son muchos los bancos que ofrecen un periodo de carencia en sus hipotecas.
Algunos de los más importantes son:
- BBVA
- Banco Santander
- Ibercaja
- Bankinter
- Liberbank
- Pibank
Cuánto tiempo se puede solicitar de carencia
Muchos se preguntan cuál es el periodo de carencia máximo que se puede solicitar. Lo cierto es que esto dependerá en gran medida de las características de la hipoteca contratada y las condiciones particulares que establezca el banco.
En función de esto, el periodo de carencia que se puede solicitar puede variar desde 4 o 5 meses a 4 o 5 años. Todo dependerá del tipo de carencia deseada. Por lo general, el periodo máximo de carencia que conceden los bancos es superior en carencia parcial que en carencia total.
Cómo pedir un periodo de carencia en la hipoteca
Solicitar un periodo de carencia es posible tanto en el momento de formalización del contrato como en cualquier momento de la vida del préstamo hipotecario.
El primer paso es solicitar formalmente al banco una carencia en la hipoteca. En la solicitud se dan las razones por las que se afronta un bache económico y por lo tanto es necesario un aplazamiento en los pagos. El banco evalúa la solicitud del cliente y en muchos casos, con vistas a evitar un impago inminente, concede la carencia, en otros la deniega, por ello, la concesión no está garantizada.